¡La relajación muscular te hace lucir más joven! - Investigación sobre rejuvenecimiento facial Acupuntura Loto blanco

¡La relajación muscular te hace lucir más joven! - Investigación sobre acupuntura para el rejuvenecimiento facial

La idea de que el estrés te hace parecer mayor se ha convertido casi en un cliché. Algunas investigaciones interesantes realizadas en Corea pueden confirmar esto y mostrar al menos una forma de lograrlo. Los investigadores han estado estudiando el mecanismo a través del cual la acupuntura de rejuvenecimiento facial puede disminuir los signos visibles del envejecimiento y restaurar una apariencia más juvenil al rostro.

Las investigaciones han demostrado que a medida que envejecemos los músculos faciales se acortan y enderezan (lo que también sucede con el estrés). De hecho, a medida que envejecemos, aumenta el tono muscular en reposo de estos músculos. Esto provoca una pérdida de elasticidad en los músculos de la cara y una "forma facial envejecida".

En última instancia, ¡esa tensión que llevamos en la cara puede en realidad estar envejeciéndonos!

Curiosamente, este aumento en la tensión muscular también hace que los músculos generen más calor, lo que también puede aumentar la sequedad de la piel y, en última instancia, provocar más signos de envejecimiento facial, como líneas y arrugas.

La investigación continuó examinando los efectos de las agujas de acupuntura colocadas en las áreas de los principales músculos faciales. Descubrieron que la acupuntura de rejuvenecimiento facial puede reducir en gran medida esta tensión aumentando la elasticidad de la piel.

También descubrieron que al hacer esto, la acupuntura también reducía el calor en la piel que produce esta tensión. De hecho, descubrieron que la acupuntura facial podría aumentar directamente el contenido de aceite y agua en la cara inmediatamente después del tratamiento, lo que provocaría una piel más húmeda.

En general, la investigación demostró que la acupuntura era muy útil para reducir este tipo de tensión y los signos de envejecimiento que produce.

Si la acupuntura puede reducir esta tensión de manera tan sencilla, entonces vale la pena pensar en qué otras formas de tratamiento y relajación pueden beneficiarnos de esta manera.

El masaje es tradicionalmente una excelente manera de relajar los músculos y reducir la tensión muscular. El masaje facial se puede realizar en la clínica o en casa utilizando los dedos. También se pueden aplicar herramientas sencillas como el rodillo de jade. Esto hace que sea más fácil aplicar el masaje sin entrenamiento y que se sienta fantástico sobre la piel.

Los métodos de relajación tradicionales como el yoga, el tai chi o la meditación también pueden ayudar a relajar los músculos y mejorar la apariencia, al igual que un simple descanso y una taza de té de buena calidad (probablemente sin cafeína, que tiende a contraer los músculos).

El estrés y la tensión se han convertido en una parte tan importante de nuestra vida cotidiana que es difícil escapar de ellos mientras trabajamos en el mundo moderno. Esta investigación sugiere que la tensión muscular puede ser una de las principales causas del envejecimiento facial. Si nos preocupa la apariencia de nuestro rostro, entonces vale la pena explorar cómo podemos aprender a liberar más esta tensión en nuestro rostro. Podemos hacerlo mediante tratamientos organizados como masajes o acupuntura o podemos intentarlo mediante cambios en el estilo de vida.

En última instancia, depende de nosotros decidir y es fantástico tener investigaciones como esta que nos digan que estamos haciendo lo correcto cada vez que sentimos la necesidad de tomar un descanso y relajarnos.

1. N. Donoyama, A. Kojima, S. Suoh y N. Ohkoshi, "Acupuntura cosmética para mejorar la apariencia de la piel del rostro: un estudio preliminar". Acupuntura en Medicina, vol. 30, núm. 2, págs. 152-153, 2012.

2. Hwang DS, Song JH, Kim YS, Lee KS. Los cambios de temperatura facial mediante la acupuntura de rejuvenecimiento facial con miso: un estudio de caso. Revista de la Sociedad Coreana de Acupuntura y Moxibustión. 2008;25;1. 89–95.